Mujeres, ¿no os ha pasado alguna vez que miráis a otra persona de tu misma edad y piensas que "seguramente yo no puedo parecer tan vieja"?
Bueno, pues leed esta historia de una mujer.
Estaba esta señora sentada en la sala de espera del dentista para su primera consulta con él.
En la pared estaba colgado su diploma, con su nombre completo.
De repente, la mujer recordó a un muchacho alto, buen mozo, pelo negro, que tenía el mismo nombre, y que estaba en su clase del instituto, hace unos 40 años atrás.
¿Podría ser el mismo chico del cual esta mujer estaba secretamente enamorada en su juventud?
Pero después de verlo en la consulta, rápidamente la mujer desechó esos pensamientos.
Era un hombre pelado, canoso, su cara estaba llena de arrugas y lucía muy viejo como para haber sido su compañero de clase.
Despúes que examinó la dentadura, la muejer le preguntó si había estudiado en el Instituto 3 de Leganés.
- Sí, Sí!! - contestó el dentista con orgullo.
Entonces la mujer preguntó:
- ¿Cuándo te graduaste?
- En 1965. ¿Por qué me lo preguntas?
Entonces la mujer dijo:
- ¡Tú estabas en mi clase!
El hombre la miró detenediamente... Entonces pregutó:
- ¿DE QUÉ ERAS PROFESORA?
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