Se encuentran dos amigos:
- ¿Adónde vas Manolo?
- A comprar una bolsa de agua caliente, que con este frío se me congelan los pies.
- Oye, ¿y por qué no te compras un gato?
- ¿Un gato?
- Sí, te hace compañía y si lo pones a los pies te calienta.
Al cabo de una semana se encuentran de nuevo, y está Manolo todo arañao.
- Manolo, ¿qué te pasó?
- Te hice caso y compré el gato. Me hace compañía, me recibe cuando llego... pero cuando le pongo el embudo para echarle el agua caliente no veas la que me monta!!