El hijo más pequeño de un matrimonio encuentra al padre beneficiándose de la sirvienta.
El niño fue y se lo contó a la madre.
La madre se tragó la ira, el orgullo y todo lo que en ese momento afluyó:
- Hijo, no digas nada hasta que yo te avise.
Unos días más tarde era el cumpleaños de la abuela, y fueron a la celebración toda la familia, unos 60 se juntaron.
En lo mejor de la fiesta, cuando la abuela iba a soplar las velas y estaban todos alrededor de la mesa, la madre habla:
- ¡Silencio por favor, que Pablito va a contrar una historia!
Todos suponían que sería alguna obra de teatro del colegio, un cuento infantil o algo parecido.
Y habló Pablito:
- La semana pasada papá entró a la habitación donde la chica del servicio estaba limpiando y la abrazó, la besó, la quitó la ropa...
Todos se dieron la vuelta para mirar al padre, que estaba ya como un tomate de colorado.
Pero el nene no se callaba y siguió contando:
- Después de quitarla la ropa, él también se quitó toda la ropa, se acostaron y papá le empezó a meter... a meter... la cosa esa... es que no me acuerdo como se llama...
Y mirando a la madre, que ya tenía una cara de triunfo bárbara, la pregunta:
- Mami, ¿como se llama esa cosa que tu siempre le chupas al vecino?