A las 5 de la mañana entraba Paco en su casa con una escora de 35º y rumbo serpenteante, mientras rebotaba por las paredes del pasillo de su casa y descojonado de risa iba proclamando:
- ¡Ha llegado Pacooo! ¡Paco esta en casaaa! ¡Paco ya ha llegadooo!
Al final del pasillo le esperaba con el rodillo en la mano y una sonrisa asesina su mujer, que imitando el tono amenazaba:
- ¿De donde viene Paco? ¿eh? ¿de donde viene Paco?
Y Paco la contesta:
- ¿De donde va a venir coño? ¡De Francisco!