La primera historia:
Una pareja de La Fortuna subiendo a su coche:
- Mi amor ¿viste lo tierno y cariñoso que es el nuevo vecino con su esposa? ¿Viste como la besa y acaricia? ¿Por qué tú no haces lo mismo?
- ¡Ay mujer! Porque yo casi no conozco a esa señora.
La segunda historia:
Un borracho tropieza con un militar y dice:
- Disculpe mi sargento.
- ¿Como que Sargento? ¿No ve las estrellas?
- Bueno... disculpa mi Cielo.