Una mañana algo fría en el segundo encierro en Leganés, hasta que apareció José Egido, El Niño de la Cubierta.
Desde el principio el público se entregó con lo que presenciaba.
Su entusiasmo había contagiado a la grada.
Tras su primera tanda y ante el júbilo del público, se tiró de rodillas a la arena.
Al finalizar la segunda, con el personal fuera de sí, además de postrarse lanzó también la muleta y la espada.
El delirio.
Noticia completa en El País.
La Fiesta, con espíritu joven.
Los jóvenes reclaman como suya la fiesta del toro y toman los encierros de Leganés, donde la mayoría de corredores no pasa de los 20 años.
Noticia completa en ABC.