A este pobre se le ha roto la pata de la silla, la solución es sencilla, te tomas una birrita bien fresquita (que calor hace coño) y en lugar de tirar la botella a la basura pues la reciclas. Vamos, que por menos de un euro te refrescas y arreglas la silla, esto si son soluciones, políticos aplicaros el cuento.