En cualquier casting es lógico que uno vaya con cierto nerviosismo y nos sube la adranalina. Pero si es de artes marciales ya ni te cuento, porque ya de por si es una actividad enérgica que sube los niveles de todo. Aún así, y aunque la motivación sea máxima, esos nervios a veces traicionan. Los del jurado se lo pasaron en grande.