Con veinticuatro años, lleva más de diez dedicados a escribir lo que piensa y a cantar lo que siente. Miguel Ángel García Osa tiene tres maquetas a sus espaldas y una decena de conciertos en locales en los que le arropa "su gente". Este viernes, 8 de mayo, vuelva a subirse a un escenario en el Bar del Centro Cívico de la Alhóndiga, en Getafe -a las 21:30 horas-, ya que en su ciudad, Leganés "es muy difícil tocar porque los locales brillan por su ausencia".
Lleva bastante tiempo parado sin dar conciertos ¿pero por qué vuelve usted ahora?
Me paré porque a la música hay que dedicarle tiempo. En un momento de mi vida, me sentí completo y dejé de tocar porque ya no lo necesitaba. Componer requiere estar solo, pensar y después escribir lo que sientes para hacer música. Y durante unos dos años, no noté que me hacía falta y dejé de mover mi trabajo por locales. El último concierto que di fue en el Centro Cívico Rigoberta Menchú a favor de Cruz Roja, en la Campaña de Navidad de 2007.
¿Por qué hace música?
Hago música para que la gente se sienta 'tocada', para que la gente piense que sí que hay alguien que les escucha y para poner palabras a los sentimientos que todos tenemos, pero que son difíciles de expresar.
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