En cierta ocasión un tipo visita el zoológico.
Al pasar por la jaula de los monos, se da cuenta que un mono se le queda mirando muy fijamente.
De pronto, el mono con la mano le dice que se acerque, el tipo comienza a mirar por un lado y otro y se da cuenta que no hay nadie y el tipo extrañado le responde en señas:
- ¡Me llamas a mí!
Y el mono le contesta con la cabeza:
- ¡Sí!
El tipo con temor se le acerca a la jaula y el mono le dice en voz baja:
- ¡Dime el nombre del abogado que te sacó de la jaula!