Dos borrachos, muy borrachos, venían de celebrar la victoria del Alcorcón al Real Madrid caminando por el medio de las vías del tren.
Se les acerca un guardia civil y ve que uno de ellos le está metiendo un dedo en el culo al otro.
El picoleto un poco sarcástico les dice:
- Qué, intentando apartar a su amigo de la vía ¿verdad?
El borracho que lo mira y responde:
- Que va, estoy intentando que vomite.
El guardia civil se queda flipado y le dice:
- Pero ¡si le está metiendo el dedo por el culo!
El borracho, echándose una sonrisilla, le contesta:
- ¡Espérate que se lo meta en la boca!